La carpintería de aluminio de una ventana, debido a la conductividad térmica elevada del aluminio, está prácticamente a la misma temperatura que el exterior. Si hace calor estará caliente y si hace frío en el exterior, la carpintería estará fría. Pues llegados a este punto del razonamiento del fenómeno de la condensación, es fácil entender que en los meses de invierno, con una temperatura en el interior de la vivienda de entre 19º/22ª y unos perfiles de aluminio de 7º/10ª, es más que probable que sufran condensación superficial.